Una vez más, y ya pensábamos que no era posible, Carlos Delgado y su Unión por Leganés nos sorprenden, asombran y hasta enojan con una de las iniciativas más pintorescas que nunca hemos visto: pretenden debatir en Pleno, mediante una interpelación, el estado de las firmas de vecinos que piden la celebración de una moción de censura en el Ayuntamiento de Leganés.
Así, son capaces de afirmar que “el grupo político ULEG insta a la celebración de un pleno para que todos los grupos políticos del ayuntamiento se posicionen al respecto”.
No salimos de nuestro desconcierto: Señor Delgado, a eso se le llama pretender convocar y debatir una moción de censura “por la puerta de atrás” y ULEG no puede hacerlo.
No puede pretender comprometer al resto de Portavoces y Grupos Municipales a que se pronuncien sobre algo para lo que la Ley exige un procedimiento y un formato bien pensado y calculado.
Y siguen considerando que “las censuras se hacen en las urnas, salvo cuando un gobierno se convierte en un peligro ciudadano” (sic), y ellos ya han calificado al Alcalde y su equipo, así, por las buenas, como “peligro ciudadano”.
La oposición de Leganés no es capaz de ponerse de acuerdo ni para convocar una moción de censura y ahora Delgado pretende mover ficha mediante una interpelación espantosa.
Nadie les censura ni les persigue: ustedes mismos son cautivos de sus propios errores y resbalones.
“Pido a mis dioses o a la suma del tiempo
que mis días merezcan el olvido,
que mi nombre sea Nadie como el de Ulises,
pero que algún verso perdure
en la noche propicia a la memoria
o en las mañanas de los hombres”.
Jorge Luis Borges