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Es tal el desconcierto interno entre las filas socialistas de Leganés que tendremos que echar mano a los conocimientos de los antiguos romanos para poder intentar explicar la situación.

Gómez Montoya es un líder con “potestas” pero sin “auctoritas”.

La “auctoritas” es una forma de legitimación social que procede del saber, de la valía. Una capacidad moral para emitir opiniones cualificadas que eran valoradas por la comunidad. Don Rafael ya no es aquel joven rompedor que pretendía cambiar Leganés. Ha perdido la legitimación social dentro de las filas de su propia Agrupación. Tiene que ser Pedro Atienza quien recoja el testigo del fondo de los asuntos para intentar sacar a flote la nave socialista.

En cuanto a la “potestas”, hace referencia a la capacidad para tomar decisiones; al cargo. El Señor Montoya tiene todo el poder interno, todo. Tanto, que sigue apagando el fuego de Oliva. Las disensiones se tramitan en catacumbas, como los primeros cristianos.

Bicéfalo, tricéfalo o acéfalo, el socialismo en Leganés va a la deriva.

Para mayor incomodidad, este fin de semana la Juventudes Socialistas de Leganés volvían a poner de manifiesto sus dudas acerca de la gestión de sus “hermanos mayores” (“tu quoque fili mi”). Parece que no deben tener mucho en cuenta sus aportaciones y algunos sectores destacados llaman a la rebelión interna.

Un líder tapado, y acuciado por la actualidad, que se esconde. No se puede seguir así. Algunos afines empiezan a mover hilos para recuperar la Alcaldía en 2015 mediante pactos. Sea Uleg, sea CxC o los restos de IU, mucho hay que pensar esa coalición para no terminar devorado por la que se avecina…

“Ansí fue que romanos las leyes non avién,

fuéronlas demandar a griegos que las tenién;

respondieron los griegos que non las meresçién

nin las podrian entender, pues que tan poco sabién”.

Poemas de El Arcipreste de Hita

Llevamos mucho tiempo anunciando que no todo vale en política y que los insultos y las descalificaciones no pueden quedar en el olvido.

Nos referimos, por un lado, a la senda política por la que han optado ULEG y el PSOE de Leganés: ataque y destrucción. Determinados votantes de estas opciones políticas nos han hecho llegar su descontento por actitudes como intentar, presuntamente, afrentar al Alcalde llamándole “violador de derechos fundamentales” (sic) o levantarse bruscamente de un Pleno y ausentarse, dejando de lado el resto de temas pendientes de debate y votación.

Así no. Esa forma de “hacer política” genera crispación en la opinión pública y la conciencia en los vecinos de que sus políticos no son serios.

Por otro lado, determinadas personas y “seres anónimos” de las redes sociales tildan salvajemente al Alcalde de Leganés de “loco” o “borracho”, y ello, sea del PP, del PSOE o del Grupo Local Independiente de Velilla de San Antonio, es intolerable.

Es injuria la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación. Es muy grave llamar “borracho” a una Autoridad Pública como lo es un Alcalde. Sería oportuno que el resto de Concejales que conforman el Pleno de Leganés arropasen a su máximo representante, sea del color político que sea, de estos exabruptos, pues cualquiera de ellos está expuesto a los mismos. Hay que cortarlos de manera inmediata y radical.

Por último, algunos pronostican lo que podría llamarse “contubernio ULEG – PSOE” para 2015, arrinconando a UyPD, pero sin tener en cuenta la pujanza de Ciudadanos por el Cambio. ¿Por qué aceptaría ahora ULEG un pacto con el PSOE cuando podría haberlo hecho con el PP desde 2011? Es una apuesta arriesgada que flaquea en tanto en cuanto falta por definir una línea concreta en la Agrupación Socialista de Leganés, una reacción de Izquierda Unida (¿la habrá, Señor Calle?), y un mantenimiento en el tiempo del ímpetu de ULEG. Demasiadas incertidumbres…

“Vestido de esqueleto,
durmiéndote de plomo,
de indiferencia armado y de respeto,
te veo entre tus cejas si me asomo”.

Miguel Hernández

Tremendo espectáculo pudimos ver ayer en el Pleno Municipal, el lugar donde se toman decisiones en representación de todos los vecinos.

Lamentable, bochornoso, vergonzoso… Esos eran los adjetivos que se escuchaban entre los ciudadanos que asistimos a tales acontecimientos.

Vamos por partes, que hoy hay para todos:

Podemos estar o no de acuerdo con la interpretación del artículo 105 de la Ley 30/1992 o el 90.4 del Reglamento Orgánico de Leganés. Gracias a Dios, y a un sistema democrático, los Tribunales de Justicia pueden poner orden entre quienes quieran interpretar el Derecho a su manera.

Entonces: ¿por qué el Grupo Municipal de Leganés abandona el Pleno Municipal? ¿No tenemos derecho los vecinos que les votamos a que hagan aquello para lo que fueron elegidos?

Por favor, hoy quienes estamos en paro pedimos que devuelvan el dinero que reciban por asistir a un Pleno Municipal en el que se han levantado y se han ido. No hay derecho.

Vamos a recuperar ciertas afirmaciones ya añejas:

“En todo caso, el hecho de abandonar el Pleno pone en evidencia el nulo interés, el nulo argumentario político, y la absoluta desidia por los asuntos que preocupan a la ciudadanía de Leganés que muestran sus representantes, sesión tras sesión, con el único recurso del abandono de la sala cuando, al parecer, se agotan sus recursos dialécticos”.

Otra más:

“Creo sinceramente que no es la mejor forma de defender su postura y que por muchas trabas, peros, engorros y palos en las ruedas, nunca, nunca se debe abandonar, tirar la toalla o hacer dejación de sus funciones. Un político nunca debe tirar la toalla y más, cuando cree tener razón. Creo que marcharse no es la solución. ¿Qué consiguen con esto?”

Y la última:

“Este hecho, gravísimo y sin precedentes en nuestro pueblo, pone de manifiesto el desinterés y demagogia que practica este partido que presume de escuchar y defender los intereses de los leganenses”.

Ahí lo tienen. Cuando el pacto IU/PSOE gobernaba la Ciudad y el resto de Grupos y Concejales decidían levantarse de un Pleno, sacaban toda su artillería marrullera para desprestigiarles y desacreditarles.

Hagamos extensión de todo ello al Señor Gómez Montoya como Portavoz del Grupo Municipal del PSOE de Leganés.

El hecho de levantarse ustedes ayer del Pleno:

¿Pone en evidencia el nulo interés, el nulo argumentario político, y la absoluta desidia por los asuntos que preocupan a la ciudadanía de Leganés que muestran, con el único recurso del abandono de la sala cuando, al parecer, se agotan sus recursos dialécticos?

¿Es esa la mejor forma de defender sus posturas?

¿Qué consiguen con esto?

¿Es una práctica adecuada de quienes “presumen de escuchar y defender los intereses de los leganenses”?

Señor Gómez Montoya: aplíquese el cuento y madure (políticamente).

Izquierda Unida de Leganés va a la deriva. La imagen mostrada ayer fue tan penosa que ver al Señor Calle hablando con la mirada perdida es resumen de lo que sienten los votantes de su formación política. O despiertan o se quedaran sin representación municipal. Creemos que Ciudadanos por el Cambio les ha pegado un colosal adelantamiento por la izquierda.

Por último, Don Carlos Delgado. Usted es un político elegido para la más alta representación de los vecinos de Leganés. Le guste o no, este de acuerdo con lo que ocurre o no, no pude proferir gritos e interrumpir un Pleno Municipal de esa manera. Levantarse y quedarse delante del Alcalde con las manos a la espalda esperando la posible intervención de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para desalojarle por ser llamado al orden más de tres veces es lamentable. Nosotros le apoyamos cuando tiene razón y le seguimos fervientemente, pero lo de ayer fue tremendo.

“Has llegado a tu casa y has cerrado la puerta

con aquel mismo gesto con que se tira un día,

con que se quita la hoja atrasada al calendario

cuando todo es igual y tú lo sabes”.

Luis Rosales

Podríamos hacer una comparativa satírica de la realidad local utilizando cualquier guion de Alex de la Iglesia. Pero seamos serios.

¿Por qué existe tanto nerviosismo en la vida política de Leganés?

Hace apenas tres años se vertían todo tipo de acusaciones relacionadas con diferentes presuntas tramas de supuestas irregularidades: “Caso Facturas”, “Caso Cuadrifolio”, “Caso Pulido”, “Caso Eptron”, “Caso Oposiciones” o “Caso Bola de Cristal”, “Caso Solagua”, “Caso Alvina”, “Caso Dardo”…

Ello llevó a la renuncia a la Alcaldía por el imperecedero Pérez Raez y al “liderazgo”, si, entre comillas, de Gómez Montoya. “Rafa el efímero”, como algunos le llamaban jocosamente, fue Alcalde entre presuntos chanchullos propios y heredados. No vamos a repetir el estruendoso resultado electoral de 2011, pero lo malo es que ahí sigue, como portavoz y, mientras no se diga lo contrario, candidato del PSOE de Leganés para 2015.

Vamos al presente. Don Jesús Gómez, Alcalde, y una oposición directa al choque y al enfrentamiento. Pero eso no es así: respecto de la oposición con representación municipal, solo Carlos Delgado, y su ULEG, mantienen esa guerra declarada contra el poder, esté quien esté. Los otros dos huéspedes están a lo que coloquialmente se dice “verlas venir”. Es una crítica constructiva.

Pero es que, fuera del Consistorio, es tremendo el despliegue de información documental que está realizando Ciudadanos por el Cambio.

Nada; algunos gerifaltes de IU y PSOE deben estar pensando que su “vuelta a la Alcaldía” se producirá por desgaste ajeno a ellos, pues sus esfuerzos de verdadera oposición están bajo mínimos.

Si leemos las mociones, si vemos las últimas intervenciones públicas tanto de Concejales socialistas como de IU en Leganés, aportan poco en positivo para mejorar la vida personal y familiar de los Leganenses, al menos en lo que a las competencias municipales respecta.

Vamos a hacer de nuevo la pregunta: ¿Por qué existe tanto nerviosismo en la vida política de Leganés?

Los vecinos de Leganés somos gente de bien que sabemos sufrir en tiempos de crisis y trabajar para hacer un mejor futuro para las generaciones venideras.

¿Es tan difícil que la clase política local haga lo que realmente se espera de ella?

Pensemos que, a partir del Pleno de mañana, Leganés será de nuevo para los ciudadanos.

“¿Quién me compraría a mí

este cintillo que tengo

y esta tristeza de hilo

blanco, para hacer pañuelos?

¡Ay, qué trabajo me cuesta

quererte como te quiero!”.

Federico Garcia Lorca

Hacer un uso tan generalizado del “miedo a que te denuncio” es perjudicial para todos, sobre todo para los vecinos. Desde el poder, y la situación de privilegio que comporta, es fácil atajar intentos de ataque políticos mediante denuncias y otras acciones legales. Pero es que, desde la oposición, llenar la vida sociopolítica de denuncias y querellas no es más que tapar una posible incapacidad para idear lo que puede ser más favorable para el vecino.

Ahora pasemos esta introducción teórica a la práctica.

El Alcalde de Leganés ha anunciado acciones legales contra cierto medio de comunicación y algunos Concejales por difamar e imputarle presuntamente bienes de manera capciosa. La oposición parece que se querellará contra el Alcalde por la supuesta inadecuación a la normativa vigente de determinados contratos administrativos y otras actuaciones públicas.

Querellas, querellas, querellas.

A este paso tendrán que trasladar el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Leganés a un Juzgado o Tribunal.

“Proponer, debatir y acordar”. Eso es la política.

Pero en Leganés parece que todo queda en “denunciar, querellar y probar”. Es nefasta esta judicialización de la vida pública en Leganés, porque lo único que se consigue es corroer la confianza del vecino y crear un ambiente irrespirable.

Hagamos un ejercicio de Democracia y abramos las ventanas…

“Quien mira desde fuera a través de una ventana abierta, no ve nunca tantas cosas como el que mira una ventana cerrada…”.

Charles Baudelaire